Es tu cuerpo la planicie que cabalgan mis instintos redimidos,
mientras mi mirada, se deslumbra con el resplandor de tus ojos.
Son tus manos las que consuman los prodigios que me salvan,
con esos roces asombrosos que me elevan al paraíso tan deseado.
Al percibir cómo tu piel se estremece y palpita,
ante mis halagos y besos entregados,
le brotan alas a mi pecho enamorado,
y vuelo hacia el goce más completo.
Y es tu sexo embravecido, el distante y orgulloso puerto,
donde encalla la nave de mis apetitos perpetuos.
Es el latido aligerado de tu corazón la canción que acompaña,
las fatigas de mis músculos cuando el amor, al fin, nos hace uno.
mientras mi mirada, se deslumbra con el resplandor de tus ojos.
Son tus manos las que consuman los prodigios que me salvan,
con esos roces asombrosos que me elevan al paraíso tan deseado.
Al percibir cómo tu piel se estremece y palpita,
ante mis halagos y besos entregados,
le brotan alas a mi pecho enamorado,
y vuelo hacia el goce más completo.
Y es tu sexo embravecido, el distante y orgulloso puerto,
donde encalla la nave de mis apetitos perpetuos.
Es el latido aligerado de tu corazón la canción que acompaña,
las fatigas de mis músculos cuando el amor, al fin, nos hace uno.
5 comentarios:
Epa amiga qué bueno!!!!, disculpe mi falta de un comentario respetuoso, típico de estos lares, pero otra cosa no me salió, jejejeje
Mi amiga poeta, en su rol mas cómodo a mi entender, a pesar de su timidez, un grán relato, llevado magistralmente.
Un abrazo
Raúl, tu hermano cósmico.
Es hermoso!!
Besos
Patricia.
Espectacular, me ha dibujado una sonrisa cómplice... quien no sienta estas letras, que tire la primera piedra!
Abrazos
Bravo sra!!es la primera vez que entro y realmente bello, me senti identificada, ni mas menos es lo que yo querria decir, un gusto.TU GEISHA
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