MUSICA

martes, 8 de julio de 2008

YA NO ESTAS... AMOR


Se adormece entre las hojas de un libro,
aquella rosa que perfumo mis dedos,
esa noche cálida de amor cuando tus ojos negros,
por vez primera me reflejaron enamorada.

El silencio extingue los ecos suaves,
de la danza del amor que nos unía,
cuando tu boca apasionada me robaba,
el aliento tiernamente a través de un beso.

Crecieron eternas las distancias que nos alejan,
y aunque sea obstinada mi búsqueda,
por llegar a ese lugar donde te guardas,
me faltan alas y me sobra vida.

Ya no estás, amor, entre tus territorios queridos.
Se inmovilizó tu corazón fatigado,
y aunque no pueda aceptarlo debo hacerlo,
a mi recorrer el tiempo le faltará tu protectora sombra.

martes, 27 de mayo de 2008

DUENDE DE PIES CHIQUITOS



Para Mateo


Al moverse como un duende de pies chiquitos y sonrisa grande,
por el mundo inexplorado de nuestra casa,
sus manos mágicas se convierten en pequeñas alas,
que lo llevan para todas partes descubriéndole mil asombros nuevos.

Me contempla sonriente cuando escucha que lo llamo,
y responde diciendo mi nombre en forma de trino.
Sus ojos suaves y luminosos impregnan de luz e ilusión,
a mi mirada extenuada por la aflicción y los años.

La vida fue generosa al brindarnos el maravilloso obsequio,
de este niño que tiene mucho de héroe y de mago.
Dulce Mateo, que con un sencillo gesto de sus dedos,
transforma nuestros grises días en brillantes alboradas.

Sus ojos de niño me ven como un gigante que corre,
detrás de su pequeña figura tratando de atraparlo.
Y cuando su risa escapa con la fuerza de una onda vital,
el amor que le tengo me vuelve niña otra vez.

lunes, 12 de mayo de 2008

YO... LA MUJER


Tengo la piel ardiente, y el cuerpo aún fértil,
mis alas son tenaces y no se asustan ante los cielos nuevos.
Tengo las manos llenas de caricias impacientes,
por esparcirse sobre un cuerpo apasionado.

En mi boca dormitan besos ansiosos por ser conquistados,
por labios enérgicos con sabor a manjar maravilloso.
Anheló vivir historias con la plenitud de las hazañas,
y mis pies se apuran por sendas insólitas sin temor a los tropiezos.

Mi corazón convoca al amor con entusiasmo,
mientras resplandece en mis ojos el fuego de mil estrellas.
Mi cabello ondea suave y orgulloso como las banderas,
y, mi sexo se perturba al pensar en aquel que aún no llego.

Puedo cantar fuerte, y reír hasta que mis lágrimas,
escapen de mis ojos con arrebato.
Mi sangre corre por mis venas con la rapidez de la vida,
y tengo la experiencia de los años con un alma joven viviendo juntas.

Por eso… amor no tardes…
Porque a pesar de todo… mi tiempo se termina.

lunes, 28 de abril de 2008

DOLOR DE HOMBRE



PARA ROGELIO

El melancólico otoño envolvió la tarde de dorado y ocre,
los rayos del sol entibian suavemente las postreras rosas,
y mientras bebo una taza de café que esta frío desde hace rato,
me pregunto por lo que aprisiona mi interior de modo tan feroz.

No comprendo esta inquietud que hasta ayer no conocía,
que humedece mis ojos sin poder impedirlo,
y que al convertirse en un amargo beso,
hace estremecer mi boca de sufrimiento,
cuando en forma de llanto la toca.

A mi lado la vida desfila como un jubiloso carnaval,
pero estoy muy fatigado para simular sonrisas y otros gestos.
No tengo las fuerzas suficientes para enfrentar
los oscuros semblantes de los que me señalan y ríen.

Me siento vacío, y esta aflicción que se clavó dentro de mí
como un cruel y frío puñal … me partió el alma.
Lanzo un suspiro, y miro a mí alrededor. ¡Hay tanto bullicio!...
Y ni un solo gesto acogedor y suave que me ayude a calmar mi dolor.

martes, 22 de abril de 2008

ES TU CUERPO


Es tu cuerpo la planicie que cabalgan mis instintos redimidos,
mientras mi mirada, se deslumbra con el resplandor de tus ojos.
Son tus manos las que consuman los prodigios que me salvan,
con esos roces asombrosos que me elevan al paraíso tan deseado.

Al percibir cómo tu piel se estremece y palpita,
ante mis halagos y besos entregados,
le brotan alas a mi pecho enamorado,
y vuelo hacia el goce más completo.

Y es tu sexo embravecido, el distante y orgulloso puerto,
donde encalla la nave de mis apetitos perpetuos.
Es el latido aligerado de tu corazón la canción que acompaña,
las fatigas de mis músculos cuando el amor, al fin, nos hace uno.

miércoles, 16 de abril de 2008

TARDE DE MELANCOLÍA

Es tarde de melancolía…
Apacible tarde de lluvia tenue, y hojas amarillas
suave alfombra que resguarda mi transitar sin rumbo
por las antiguas calles de mi ciudad vestida de otoño.
.
Mi mirada desvela de forma descuidada,
la luz mojada de algunos ojos que me contemplan,
tal vez como antes me percibías,
en vano anhelo de besarme el alma.

Siento que me brotaron alas, podría alzar el vuelo,
pero no deseo hacerlo en este instante,
porque es aquí… en la tierra en que me amaste,
donde quiero traerte a mi memoria.

Se adormecieron las mariposas que tu amor,
concebía en mi pecho conmovido,
se acallaron mis te quiero muy sentidos,
y tus promesas que volverías a mi lado.

El aguamiel de tu boca es apenas un recuerdo pequeño,
y mi cuerpo que hasta ayer clamaba de pena
al extrañar el fuego de tus caricias que lo quemaba,
hoy solo anhela curar para siempre sus llagas.

Es tarde de melancolía, dulce tarde de lluvia suave…
Mientras transito las sendas conocidas,
dejo atrás como pétalos de una rosa adormecida,
la belleza de un amor que llegó a su fin.



miércoles, 9 de abril de 2008

CINCO AÑOS


Se extienden las tinieblas, y con tristeza,
me muevo en la casa que alguna vez nos cobijó.
En una copa se templa un exquisito vino,
y susurro la dulce canción que te gustaba

Se sucedió el tiempo, y aunque muchos me señalen,
que cinco años es suficiente para olvidar.
Nadie puede advertir que para mí,
tu partida acaba de suceder en este momento.

Se eternizan en mi memoria nuestros generosos diálogos,
en esas templadas noches donde el sueño faltaba,
y ceñidos sobre la cama como si fuéramos uno,
dibujábamos a nuestras historias con mil formas.

En mi boca late la potencia de tu último beso,
y mi piel se estremece como si aún la tocarás,
con tus dedos que con su dulce magia,
cubrían mi cuerpo de caricias que me hacían ascender.

Aún llevó sobre mis ojos la seda de tu mirada,
y el eco de tu voz serena al confesarme tu amor,
se repite una y otra vez sobre mis oídos,
como un torrente de palabras que aún hacen milagros.

Cinco años han pasado desde ese momento,
en que mi vida sufrió el quiebre decisivo,
que convirtió mis días en un eterno esperar,
que retornes pronto a nuestra casa.