Anhelo que el tiempo se interrumpa…
que se esfumen en un instante estas horas eternas,
donde el espanto y el frío me cercan,
poniendo escarcha en mi sangre y en mi alma .
Hacer que se aquieten mis recuerdos,
que repiten con dureza dentro mío,
las tristes palabras que dijiste, y que me condenaron,
que se esfumen en un instante estas horas eternas,
donde el espanto y el frío me cercan,
poniendo escarcha en mi sangre y en mi alma .
Hacer que se aquieten mis recuerdos,
que repiten con dureza dentro mío,
las tristes palabras que dijiste, y que me condenaron,
a la cruel condena de la soledad perpetua.
Aquietar hasta al mínimo el ritmo de mi corazón,
que ambiciona con locura dejar de palpitar,
mientras reza con impaciencia por ese golpe final,
que lo detenga para siempre.
Hoy la vida me duele mucho.
La tristeza hundió con afán atroz sus zarpas,
desgarrando mi espíritu hasta dejarlo en jirones.
Hoy me hirió el desaliento y el hastío.
.
Las lágrimas se agolpan en mis ojos,
y si bien lucho por detener,
el quiebre del dique que las contiene,
no puedo evitar ahogarme en ese océano gris.
En mis manos se durmieron las caricias que ofrecía,
en mi boca se acallaron las palabras sinceras,
y enterré junto a mis ganas todos mis sueños.
Hoy la vida cosechó de la viña de mi tiempo,
solo aflicciones y espinas
donde antes había sembrado semillas,
de dulces promesas de cariño sincero…
Aquietar hasta al mínimo el ritmo de mi corazón,
que ambiciona con locura dejar de palpitar,
mientras reza con impaciencia por ese golpe final,
que lo detenga para siempre.
Hoy la vida me duele mucho.
La tristeza hundió con afán atroz sus zarpas,
desgarrando mi espíritu hasta dejarlo en jirones.
Hoy me hirió el desaliento y el hastío.
.
Las lágrimas se agolpan en mis ojos,
y si bien lucho por detener,
el quiebre del dique que las contiene,
no puedo evitar ahogarme en ese océano gris.
En mis manos se durmieron las caricias que ofrecía,
en mi boca se acallaron las palabras sinceras,
y enterré junto a mis ganas todos mis sueños.
Hoy la vida cosechó de la viña de mi tiempo,
solo aflicciones y espinas
donde antes había sembrado semillas,
de dulces promesas de cariño sincero…